El relieve actual de américa es el resultado de largos procesos geológicos que han conformado un relieve con una variedad de formas. América se caracteriza por la presencia de una serie de sistemas montañosos que la recorren de sur a norte, en su parte occidental, de forma paralela al océano pacifico. Estos tienen origen en la convergencia de placas tectónicas, procesos que conllevaron procesos de diastrofismo y vulcanismo que formaron sistemas cordilleranos en la era tercera.
Las demás zonas altas del continente se hallan hacia el oriente de América del Norte y el Sur y corresponden a formaciones antiguas de la era primaria en las sierras de Guayana y Brasil o de la era secundaria como los Apalaches en Norte américa. América presenta además una serie de mesetas o altillanuras que son relieves que alternan zonas planas y onduladas a una altura considerable sobre el nivel del mar.
El relieve de América tiene dos unidades claramente diferenciadas: las cordilleras alpinas del oeste y las grandes llanuras de los escudos continentales. Dentro de estos escudos, en el extremo oeste, se elevan pequeños relieves de tipo apalachense, producto de antiguas cordilleras muy erosionadas.
Quinto Primaria 