Los acuerdos de paz entre el gobierno y la insurgencia armada en Nicaragua y Guatemala fue una necesidad ante las distintas formas de exclusión social histórica vivida por los pueblos indígenas en cada uno de estos dos países en los cuales existía un proceso de guerra que los afectaba directamente. La solución era un acuerdo de paz. Este análisis se focaliza en los contenidos de los acuerdos los cuales son demandas de mayor atención en lo social, cultural, económica y jurídico. Para los indígenas y afrodescendientes de estos dos países, a partir de la firma de los acuerdos de paz, el reto planteado es el ejercicio de ciudadanía plena de estos pueblos, en coherencia con los avances democráticos en la región centroamericana.
Celebramos el acuerdo alcanzado en la reunión sostenida el primer día de Octubre de 2.015, entre el Secretario de Estado John Kerry y el Presidente Juan Manuel Santos, en relación con el reenfoque del Plan Colombia, pues ahora que por fin la paz está cerca, se sumarán esfuerzos en la sustitución de cultivos y en programas de reconstrucción del tejido social; en resumen, coadyuvar con las inversiones que se necesitan para la etapa del posconflicto en las regiones colombianas que han sido afectadas por la guerra.
Debemos felicitar al Presidente Santos por haber logrado el compromiso de USA de contribuir con importantes recursos para implementar la paz de manera exitosa, pero es importante no bajar la guardia y garantizar que a los norteamericanos les acompañan buenas intenciones, puesto que los colombianos hemos aceptado una numerosa presencia militar de USA durante la fase activa del conflicto, cuando estábamos en guerra, pero ahora desde el punto de vista democrático, son demasiadas tropas incrustadas en nuestro país, pues la numerosa presencia militar norteamericana en nuestras bases militares tiene graves efectos colaterales: inseguridad, gran pérdida de autonomía, disminución de los derechos humanos y de la soberanía, así como una importante afectación de la cultura, de los valores, del medio ambiente y la salud de la población. Pero entre estos afectos se destaca una grave amenaza contra la vida y los derechos humanos de las mujeres y niñas, pues donde se instala una base militar norteamericana siempre hay un aumento exponencial de la prostitución, generalmente cohonestada por las mismas autoridades militares, quienes apoyan dichas actividades argumentando necesidades de desahogo para sus soldados que se encuentran lejos de sus novias o esposas.
Quinto Primaria 